Si bien es cierto que los implantes mamarios de hoy en día no tienen fecha de caducidad, es habitual que a lo largo de los años se acaben deteriorando y puedan llegar incluso a romperse, siendo necesario recambiarlos o retirarlos. La tasa de rotura de los implantes mamarios a los 10 años ronda el 5-10% según algunos artículos científicos.
La paciente puede optar por retirar los implantes o recambiarlos, pero la forma y el volumen de los pechos pueden haber cambiado, y por ello en estos casos es habitual realizar otros procedimientos adicionales como la elevación de pecho o transferencia de grasa (lipofilling), para conseguir el mejor resultado posible.
Esta cirugía se recomienda a todas aquellas mujeres que llevan implantes de pecho pero quieren mejorar su aspecto aun cuando éstos no están deteriorados o rotos, y también a aquellas que, tras haber llevado implantes durante unos años, deseen quitárselos para eliminar cualquier posibilidad de padecer complicaciones asociadas, como rotura, contractura o desplazamiento, entre otras.